lunes, junio 11, 2007

Lost Maples

Hace ya un mes nos fuimos de campamento a Lost Maples. Está al oeste de San Antonio y su nombre lo recibe de cientos de árboles de maple que existen en el área. Éste no es su habitat natural, por eso es que están perdidos.
Llegamos un viernes, felices, listos para acampar, pusimos las tiendas, Camila estaba llena de energía, corría para un lado y para el otro. A la madrugada llegaron mi cuñada, su esposo y mis sobrinos. No hace falta decir que los niños estaban tan emocionados que decidieron ir a visitarnos a las 6:30 de la mañana, y para alguien que no tiene hijos aún, ¡eso es muy temprano en sábado!
Estuvimos jugando, echando relajo y después decidimos irnos a caminar y escalar.
Camila y yo íbamos en la delantera, llenas de energía, metiéndonos en cada riachuelito y remojando las patitas... a la mitad del camino, después de 2 1/2 millas y un ascenso muy pronunciado, decidimos descansar, y un poco más adelante encontramos descenso bastante, bastante pronunciado. Como escaladora profesional empecé a bajar la pendiente, rápidamente, Camila a mi lado y feliz... eso creía yo. Al final del camino llegamos a una laguna fría y transparente. Me asusté mucho pues Camila se metió y no quería salirse, jamás de había comportado así, mi cuñada pensó que ahí quedaba mi linda perrita. Mi sobrino se paró en la orilla de la laguna y cayó dentro de la misma... se asustó mucho, pero no estaba profundo.
Finalmente logré sacar a mi perrita, nos faltaba aún como 1 1/2 millas. De repente Camila se sentó y no dió un paso más. Revisé sus patitas y estaban todas lastimadas, ampolladas; no sangraban pero ya no podía caminar. Si su papá no la cargaba, yo iba a tener que cargarla y la perrita peso alrededor de 30 kilogramos. Cuando le dije que la cargara pensó que bromeaba, pero después se dio cuenta que no iba a haber forma de llevarla de regreso.
En ese momento me quedó claro que estaba con la persona que debía estar. Comparte el mismo cariño y responsabilidad por los animales, actuó de acuerdo con la situación y lo más bonito es que Camila se dio cuenta. Después de cargarla la primera vez, ella siguió caminando otro poco, y cuando ya no pudo más, se sentó y comenzó a mover la cola viendo hacia él, pidiéndole que la cargara... y así fue que logramos regresar al campamento. Desde entonces se creó un vínculo aún más fuerte entre los tres. Pero creo que las imágenes hablan más que todas estas palabras.




3 comentarios:

Xiomara dijo...

Bueno ahora que ya tienes mi numero queda acordado por contrato que solo seran llamadas relacionadas a la linea Gastronimica, Arqueologica, Weather, jajaja etc.!

Oye que padres fotos, a donde se fueron de Camping?? No les da mello?? Bueno con Camila tienen para que este alerta de todo!!
Camila te vez preciosa!!

Un beso,

Patricia dijo...

ayy que padre irse de aventura!!!

bueno esos pobres animalitos nosotros creemos que la pueden todas y tambien se cansan, como no!! lo bueno es que tu chico te apoya en la responsabilidad y cariño que hay que tenerle!!

YO dijo...

cositaaa, no es la 1era vez que se lastima las patas!!! ya ponle chanclas de perdido wey..oye veo que Ken y ella, son el uno para el otros...jajajaja andale no quiero ver cuando en diciembre andes panzona, los celos que le van a darrrrrr...creo que deberan estar panzonas ambas al mismo tiempo.