No me he olvidado, simplemente no tengo que escribir.
En este momento solo me queda la espera. ¿Cómo me siento? No bien. Estoy en casa de mis papás, mis cosas, la mayoría en Houston, mi esposo, en Houston, yo sin trabajo, buscando casa en internet, buscando empresas donde trabajar, picándome los ojos...
Si estoy esperando a que lleguen unos papeles, donde mi digan cuándo tengo mi entrevista.
Lo peor es que en promedio, 4 veces al día me preguntan cuándo me mudo.
La realidad es que no tengo la más remota idea, yo espero que a más tardar en septiembre de este año.
Pero no depende de mí, y llega un momento en que trato de olvidarlo y disfrutar el tiempo que estoy en México porque es mi despedida, pero a diario tengo el recordatorio de que estoy esperando algo.

Estoy haciendo lo que no quiero hacer y no puedo cambiar esa situación. En resumen, me aburro y me pongo de malas. Eso sí, me baño diario.