Por un lado muy buenas noticias, por el otro, llueve sobre mojado

Creo que ha llovido todo el verano, casi las 6 semanas. Es increible la cantidad de lluvia que ha caído. Las begonias se pudrieron, y las hojas elegantes están altísimas... El único día soleado que recuerdo en julio, fue el día en que todo esta pesadilla comenzó.
Pero la razón del título es otra. Fui al internista el viernes pasado, todo está bien, me cambiaron el medicamento que tomaba, pues con el anterior está prohibido embarazarse, en algunos meses comenzaremos a tratar; me hicieron en electrocardiograma, radiografías, análisis del dedo chiquito y todo lo necesario; me recetaron las super vitaminas prenatales... fui a una entrevista de trabajo y me fue muy bien. Estoy en espera de la segunda entrevista, que según mis fuentes, debe ser en las próximas 2 semanas, sino es que la siguiente.
Sin embargo, alrededor de las 10 de la noche, recibimos una llamada; era mi cuñada pidiéndonos que fuéramos a dormir a su casa, pues su suegro de 84 años que está aquí desde el velorio, tuvo que internarse pues creían que estaba por tener un ataque cardiaco. No fue el corazón, sin embargo estaba casi anémico, entonces, está en el hospital y se quedará ahí el fin de semana.

Hoy iremos a dormir allá de nuevo, ya que si hay alguna emergencia, mi cuñado puede dejar a su familia sin preocuparse. Es cansado pues el peor momento para estar ahí es después de las 10, pues comienzan a salir las emociones y la tristeza vuelve a reinar...
Mañana será el segundo intento para entrar a la alberca y buscar que mi sobrino, el hermano mayor, no tenga miedo al agua, tras la muerte de su hermano. Aún no sé quien le tendrá más miedo al agua, si nosotros los adultos o él. Nuestro trabajo es hacerle ver que la alberca es divertida, que lo que pasó fue un muy desafortunado accidente, rodeado de estupidez (esto último no se lo decimos). Así que mañana será otro día interesante.